Con la Reforma Educacional comenzó un período de sustanciales transformaciones culturales a nivel nacional, proceso que será acompañado por un nuevo Plan de articulación nacional, que tiene la misión de contribuir a una sociedad de personas más informadas, reflexivas y críticas. Se trata del Plan Nacional de la Lectura 2015-2020. ¿Para qué sirve leer? ¿Por […]
Con la Reforma Educacional comenzó un período de sustanciales transformaciones culturales a nivel nacional, proceso que será acompañado por un nuevo Plan de articulación nacional, que tiene la misión de contribuir a una sociedad de personas más informadas, reflexivas y críticas. Se trata del Plan Nacional de la Lectura 2015-2020.
¿Para qué sirve leer? ¿Por qué leer hoy? ¿Por qué incitar a los niños a que lo hagan? ¿Qué relación puede haber entre las páginas y las pantallas? ¿Cómo transmitir el gusto por la lectura y las prácticas culturales?.
Reanimar la interioridad, movilizar el pensamiento y suscitar intercambios son algunas de las respuestas que ofrece la lectura y que Michele Petit destaca en su obra “Leer el mundo”. La antropóloga francesa está convencida de que la literatura es capaz de mantener viva una parte de la libertad, de los sueños, de lo inesperado en cada uno de nosotros, es algo sin lo cual el “mundo sería inhabitable”.
Bajo esa premisa y si se considera que el desarrollo del lenguaje es uno de los objetivos fundamentales de la educación, ya que es la herramienta mediante la cual el ser humano construye y comprende el mundo que lo rodea, la lectura cumple un lugar protagónico y el Plan Nacional de la Lectura 2015-2020 es el encargado de darle centralidad y movimiento en el contexto de la Reforma Educativa.
Varias son las entidades involucradas: el Ministerio de Educación (Mineduc), el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Minsegpres) y el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama). También participan, con programas y como entidades vinculadas al Mineduc, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), Fundación Integra y la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb). Todos ellos ya comenzaron a movilizarse en torno al Plan Nacional de la Lectura.
Su misión es ambiciosa: reconocer y visibilizar la lectura como derecho y práctica que contribuye a acortar las brechas sociales y culturales dentro del país, promoviendo el acceso a diversas prácticas y soportes de la lectura a lo largo de todo el ciclo de vida y formando personas informadas, críticas, creativas, reflexivas y participativas.
El Plan Nacional, que se formuló a partir de la Política Nacional de la Lectura y el Libro 2015-2020, tiene un objetivo muy claro que se resume en: reconocer la importancia del acceso al libro y la lectura como un derecho que debe ser garantizado por el Estado.
Líneas estratégicas y principales acciones
Cuatro son los ejes o líneas estratégicas del Plan Nacional de la Lectura: Acceso, Formación, Estudios y Comunicación.
Acceso: Implica programas que garantizan el acceso a la lectura de todos los habitantes del país, mediante acciones que facilitan la vinculación entre las personas, mediadores y creadores, con una amplia variedad de textos.
Se considera abrir Oportunidades de Encuentro efectivo entre las personas, materiales de lectura y autores; y Espacios de Lectura, para lo cual se contempla la habilitación y/o mejoramiento de espacios convencionales y no convencionales que posibiliten a la comunidad el acceso democrático a esta actividad.
Formación: El fomento de la lectura responde, muchas veces, a instancias de encuentro en las cuales los mediadores cumplen un rol fundamental al facilitar, acercar, promover y ayudar a formar el hábito lector en públicos diversos.
En este contexto, se irán poniendo en marcha instancias de Mediación Lectora para capacitar en fomento lector a docentes, bibliotecarios, libreros, editores, voluntarios, gestores culturales o familias. Asimismo, la Formación en Gestión, capacitará en recursos y habilidades técnicas lo que permitirá dar soporte operativo a los espacios de lectura y/o puntos de préstamos.
Estudios: Consiste en la generación y difusión de conocimiento (investigaciones, seminarios, conferencias, foros, etc.) que aporte a la toma de decisiones sobre materias relacionadas con la lectura. Esto posibilitará el impulso de áreas de acción orientadas a fortalecer la valoración social de la lectura.
Se establecerán tres líneas de trabajo: Sistema de Seguimiento y Monitoreo Permanente, mediante la elaboración de metas e indicadores de los programas que forman parte del Plan; Investigación sobre el estado de la lectura en el país y Evaluaciones Permanentes, para dar a conocer la efectividad de los programas del Plan.
Comunicación: Visibiliza, pone en valor y difunde información sobre la lectura y las acciones del Plan por medio de distintos soportes que posibilitan la comunicación y participación de las personas.
Se desarrollarán acciones de Sensibilización, que promueven la valoración de la lectura. Para ello se realizarán campañas, masivas y focalizadas, y se impulsarán diálogos desde la sociedad abriendo espacios para la creatividad y circulación de testimonios. En esta línea se creará el Premio de Fomento Lector, a fin de destacar las buenas prácticas en este ámbito. Además, se contempla la Difusión de los programas del Plan, así como las iniciativas y experiencias de la comunidad en fomento lector.
¡A revalorizar la lectura en la escuela!
Para conseguirlo, el Plan contempla distintos ámbitos de trabajo a nivel nacional. A continuación, algunas de las iniciativas proyectadas:
c) Actividades para fomentar hábitos de estudio y vida sana en los niños durante las vacaciones escolares. Para ello, se habilitarán espacios de lectura en 280 escuelas abiertas, que contribuirán al reforzamiento de la lectura y escritura en el marco del fortalecimiento de la educación pública.
La regionalización: descentralización de la mirada
El ministro de Cultura, Ernesto Ottone, señaló recientemente en el marco del primer encuentro del Plan Nacional de la Lectura, que éste “reconoce y pone en el centro de sus preocupaciones la regionalización de este trabajo, lo que nos asegura que las iniciativas que se desprendan a partir de él, reconozcan la diversidad cultural y territorial de nuestro país”.
Destacó que “uno de los desafíos más importantes que tenemos por delante es la consolidación de aquí al 2020 de 15 planes regionales, que nos permitan descentralizar la mirada para generar acciones que realmente lleguen a las personas, sobre todo a aquellas que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad y aislamiento”. Los esfuerzos que se están efectuando van en esta línea. Más información: http://www.plandelectura.cl
Metas del Plan Nacional de la Lectura
El Plan Nacional de la Lectura establece metas de largo plazo que se cumplirían al final del período 2015-2020.